sábado, 3 de abril de 2010

LA CERTEZA DEL AMOR. Pilar fundamental de la Salud Mental.

Es cruel no sentirse sostenido, aceptado y pertenecido en el seno del hogar. Ese lugar primero, donde se espera amor incondicional.

Un niño pregunta a su madre ¿me quieres? buscando en su respuesta el SI que no encuentra en las miradas, palabras y acciones que diariamente le señalan, le reprochan, le castigan, le hacen sentir que es "malo" como los desaciertos que comete, errores propios de la inexperiencia infantil que no logran cautivar y enamorar a su cuidador-a sino que vuelcan sobre su alma el peso y la carga de la frustración de un ser que para él es todo pero para éste no tanto.

Una cavilación corta sobre la importancia del afecto sincero y coherente que debe transmitir una madre, un padre, un cuidador primal a todo pequeño crío.
El amor fluye de la comprensión de los propios traumas y sufrimientos; éstos que cargamos de la historia de la niñez, de la calidad y calidez de las vinculaciones afectivas primales y las experiencias de buen o mal trato que sin el preciso reconocimiento y aceptación, transmitimos a nuestra descendencia.

La salud mental está cimentada en ésta certeza de ser respetados y amados  CON nuestras equivocaciones, desaciertos y defectos.

Esta certeza es el sostén, la confianza de tener un refugio seguro y cálido donde asirse para no caer en el dolor que producen ciertas vicisitudes de la vida.

Si el niño o la niña no siente en su cuidador primal la certeza de su amor; es proclive a presentarse inadecuadamente ante tus ojos y frente a los demás buscando la añorada respuesta o la honestidad de su sentir frente a él. Conductas disruptivas o disociales como la agresividad, oposición, mentiras, robos, bajo aprovechamiento escolar, en fin; comportamientos o actitudes que gritan un S.O.S: hay algo que resolver!!! Una solución que está casi siempre en los adultos, no en los niños y niñas.

Aún así, la sociedad adultocéntrica se atreve a responsabilizar y castigar a los niños, sin asumir lo correspondiente para resolver aquello que está inherente al tejido vincular que se desarrolló con ellos aún desde el útero.


No basta satisfacer necesidades básicas de alimentación, vestido y educación para cumplir con el rol de padres y madres; no basta trabajar mucho para darles de "todo" cuando no estamos presentes ni sincronizados con ellos. Cuando excluimos la atención debida y necesaria para cultivar la salud mental del niño-a  que será en corto tiempo adolescente y luego, adulto.


Es imposible equilibrar la vida emocional de los niños y niñas, sin que sus progenitores o cuidadores no lo hayan hecho PRIMERO.


Atender al niño-a reprimido, castigado, alienado, pisoteado, rechazado, abandonado que habita a papá o mamá es fundamental...Atender los propios dolores y traumas es necesario para conectar con la decisión PARental.

DE TEN TE, busca la ayuda necesaria para poder decir a tu cría ¡¡¡ TE AMO!!! y transmitirlo coherentemente en la cotidianidad. Porque no solo crecen los hijos a nuestro lado, los padres y madres también crecemos junto a ellos.

Psic. Liliana Castro Morato
https://www.facebook.com/psiclilianacastromorato/
Contacto: 300 725 3852 Bucaramanga


4 comentarios:

Joselu dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo. Un niño debe sentir que es querido, eso le proporciona un equilibrio interior necesario para vivir. No obstante, hay niños que lo han recibido pero se han convertido en tiranos, egoístas y prepotentes. Hay algo más que dar amor. Es también educar, poner límites, cortar sus excesos, enseñarles que son niños pero que son los adultos los que toman las principales decisiones. Eso también proporciona equilibrio y enseña que en la vida uno es importante pero relativamente.

También conozco jóvenes que han pasado una infancia terrible o que no eran deseados y se han convertido en maravillosas personas. Solidarios, equilibrados, generosos... Y conozco a jóvenes que fueron mimados y consentidos y han crecido como déspotas, maleducados y que piensan que el mundo está a su servicio y que a ellos hay que consentírselo todo.

Hay un libro titulado El mito de la Educación cuya tesis fundamental es que los niños salen como salen y que la educación es secundaria o relativamente importante. Me hizo pensar mucho aquel libro.

Un abrazo.

Ileana Medina dijo...

Qué bueno este post, Liliana!!!

El debate siempre está a partir de la noción que tenemos del ser humano: si creemos que el ser humano nace malo y hay que "educarlo"; o si creemos que el ser humano nace bueno y hay que "quererlo".

Joselu: ningún niño se hace tirano por ser querido, y no ser "educado". Querer es educar. Es educar con el ejemplo del cariño.

Detrás de un niño tirano, siempre hay un déficit afectivo. No lo dudes jamás.

Lo contrario sí puede ser: personas que hayan sufrido en su infancia, y luego sean excelentes. Porque por suerte EL SER HUMANO ES CAPAZ DE CRECER. Es su naturaleza crecer y ser bueno.

Si es malo, si es tirano, si es egoísta, si es agresivo... SIEMPRE FUE PORQUE RECIBIÓ LO MISMO EN SU PRIMERA INFANCIA, porque algo muy poderoso le cortó su equilibrio afectivo.

Un abrazo!

Mónica Felipe-Larralde dijo...

Que alegría para mi encontrarte también!!
Me encanta tu cavilación porque creo que es la base de todo lo demás. Después podemos dar un tipo de educación u otra, un estar de una manera u otra, pero sin que el niño sienta ese afecto profundo y respeto por parte de los padres... poco hay que hacer. Lo primero es lo primero y, sobre eso, se articula todo lo demás.
Un abrazo,
Mónica

Cuentos del Bosque dijo...

Que buen post. Coincido plenamente!
Gracias
Marians