viernes, 12 de febrero de 2010

¿ACEPTAR O MEDICAR? Hablemos de Déficit de Atención e hiperactividad



Gracias Jose Luis Cano
y Juan Soto por
sus iluminaciones,
es bueno no seguir
en el mundo
de los zombis.

El texto original se titulaba AMAR O MEDICAR?, sin embargo como la palabra amor se interpreta subjetivamente y es muy amplia, decidí cambiarla por ACEPTAR que es parte del amor e implica el respeto por la diferencia y las condiciones individuales. TERCERA EDICION.

De todos los momentos tengo unos más presentes que otros, quizás porque me enfurecía, creía que me tomaba por tonta, que era parte del desafio a la norma ( lo último aún lo creo y ocasionalmente logra molestarme, pero trato de entender para no volverlo un tonto sumiso que no argumente sus oposiciones mientras permito que el afecto fluya en mi y sea mayor que todas las cosas); quiero compartirlos algunas de éstas situaciones, quizás te ayuden como madre y padre de niños o niñas que hacen parecidas conductas, de todas maneras cada caso es partícular y requiere una valoración individual.
"Hijo, por favor trae los zapatos que dejaste en la cocina". Ante esta instrucción el pequeño David pasaba literalmente por encima de ellos, abría la nevera, el horno, miraba la alacena y enfurecida le decía: "¿Acaso no oyes o no me entendiste? Recoge tus zapatos!" Su mirada buscaba desesperadamente por todo el lugar, pero sus lágrimas rodaban sobre su rostro de 6 años y decía: "No los veo, acá en la cocina no están".

Así sucedía con la toalla de secar, con su ropa organizada en el armario y ante cualquier instrucción donde debía hallar algo no lo encontraba, los pequeños mandados a la tienda eran realizados y !pagados!, pero la compra casi siempre se quedaba en el mostrador. "Dos más dos da cuatro mami", pero el pequeño David escribía seis."Ya termine" Todo lo hacía rapidamente y con errores.
Cada día trae su propio afán, el pequeño David cumplirá 10 años, su vida escolar ha transcurrido con altibajos académicos y comportamentales, apoyado desde su pre escolar de terapistas ocupacionales, de lenguaje, picopedagogos, psicólogos, psiquiatras... uff! pero hoy entiendo que lo más importante es que logre disfrutar mayores momentos gratos y felices con quienes lo rodean. Que la sonrisa ilumine su cara, que se sienta satisfecho con sus logros y no con todos los que como madre quisiera que alcanzara dentro de un sistema que exige que cumplas con un curriculum o plan de estudio olvidando las diferencias, intereses, aptitudes y habilidades individuales.
Cada día somos más los padres y madres preocupados, confundidos, frustrados, estresados, desesperanzados con aquello que pareciera ser el diagnostico de moda para niños y niñas que no siguen instrucciones a cabalidad, que se muestran inquietos, necios y que siempre irrumpen con la tranquilidad deseada por progenitores y docentes para hacer sus tareas caseras o escolares respectivamente. Niños y niñas que no se cansan, son impulsivos, demandan y sufren de aburrimiento constante, se les dificulta terminar una tarea, pierden objetos, entre otras situaciones que inquietan a familiares, molestan a quienes lo rodean y que se confunden con tendencias disociales y oposicionistas.
"!Ese niño es un terremoto!" Es probable que tenga TDAH (Trastorno de déficit de atención con hiperactividad) , fácilmente lo etiquetamos - papás, mamás, docentes, psicólogos, pediatras, psiquiatras, en fin - obviando la necesidad de explorar con exámenes especializados un sindrome al que se le atribuyen causas neurobiológicas y genéticas; así mismo, sin valorar e intervenir la madurez emocional del padre, la madre y su interacción con el menor, explorar e intervenir el medio familiar significativo que lo ha rodeado y toda la historia de vida del infante desde la concepción.
En casa será el centro de atención dadas sus repetidas equivocaciones, olvidos y desórdenes. En una cotidianidad cargada de eventos y compromisos por cumplir, agendas y horarios obligados, el infante con déficit de atención se convierte en una "piedra en el zapato"; "¿es que acaso no me oyes? ¿qué le pasa a Juan? , !pare bolas, no se haga el pendejo! , !quedese quieto!, etc.
Un menor que quizás solo en su interior sin saberlo deseaba lograr la mirada de papá, la atención de mamá, el afecto de sus primeros años que hoy "le roba" su hermano menor, sentirse importante y amado.
Será entonces, cuestionado, criticado, atacado, señalado y una conducta de inatención e inquietud motora que registra la atención de sus padres ocupados, probablemente poco afectuosos y sostenedores, se etiqueta con un diagnóstico psiquiátrico y se complica con una autoestima golpeada que redundará en su estado anímico, su capacidad de tolerancia frente a las frustraciones de la vida, ira, resentimiento, soledad e infelicidad.
Si los progenitores no comprendemos la dinámica de estas conductas y las enfrentamos con insensatez, intolerancia y desafecto; es probable que caigamos con mayor rapidez en el sistema que con facilidad etiqueta al menor en el cuadro de déficit de atención con hiperactividad, y hace a la VICTIMA en el responsable directo de su propio "mal".
En el ambiente escolar el panorama no es más alentador para un niño o niña que presente estas características. Un sistema educativo interesado en el reconocimiento, la competitividad, el logro frente a evaluaciones del ICFES para ubicarse en colegios de educación "muy superior, superior, medio alto, alto, etc" ; poco le interesa detenerse a comprender, aportar, conducir afectuosamente a un menor a reconocerse, amarse , respetarse a sí y a los otros; para ello basta observar el horario de clases, donde la ética solo se ve una vez a la semana y probablemente es encargada a un docente o psicólogo desconociendo que es una labor de todos los que forman y pretenden educar, incuyendo los padres; un profesional de la psicología que es atareado con actividades extracurriculares, cátedras docentes y otras funciones desplazando así la más importante acompañar a los niños, niñas y jóvenes para descubrirlos y aportarles es su autodescubrimiento.
Inmersos en (j)aulas de clase están niños y niñas que no se conocen, no se respetan, que en vez de sus nombres se llaman a sí mismos y a otros "idiota, imbécil, estúpido, marica tarado" para no escribir otros ejemplos mas destructivos de la autoestima. Padres, madres y docentes observan el panorama cotidiano y algunos complices de ello se atreven a decir: "es cosa de niños" , desvían su mirar o simplemente reprimen, castigan, etiquetan, llenan registros de observación donde el menor sin conciencia de ninguno de sus comportamientos hace una firma, que luego de varias conlleva a ser condicionado y/o expulsado de una institución formativa de seres sociales y transformadores del mundo. (!!)
Basta con observar cómo se mudan cual trasteo, los niños y niñas de un colegio para otro, hasta no hallar un espacio educativo que los reciba sin restricciones y condiciones, sólo quedan las instituciones de Educación Especial para un infante inquieto pero talentoso, desordenado pero capaz, desatento frente a lo que no le interesa, pero locuaz, habil y creativo para sus motivaciones. Vale la pena cuestionarnos si éste planeta necesitará más la razón, la ciencia, la tecnología y el conocimiento que el amor para sí y entre unos y otros!
Si un infante sin ninguna dificultad para someterse y/o adaptarse a este caos sufre; ahora cuánto más sufre, se vulnera, se agrede a quién no posee esta capacidad para ceder con facilidad y someterse a toda la normatividad de forma agreste y sin ninguna conducción afectuosa.
Padres y madres en un callejón sin salida, primero, porque no se detienen a mirarse, explorar su responsabilidad en todo lo que pasa y hacer transformaciones de sus propias vidas y segundo, que delegan tal problema en su chiquillo terminan aceptando un diagnóstico y una medicación para controlar, someter, equilibrar, volver productivo al improductivo, sin establecer a ciencia cierta si éste famoso síndrome de Déficit de Atención con Hiperactividad sea real EN ESE NIÑO o no !que locura!
Nó solo por tener inquietud y desatención se puede decir que tiene TDAH. Es muy importante un diagnóstico Idoneo con técnicas de evaluación pertinentes e idóneas, para corroborar la etiología de los síntomas, que pudieran ser orgánicos como sustenta el TDAH o pueden ser síntomas que emergen de una vinculación ambivalente, caótica y disfuncional entre el niño, su medio y las personas significativas en su vida.
Es momento de detenerse, de mirarnos hacia dentro, que estos complementos nos ayuden a tomar una decisión:
  • En el 2005 más de 150 expertos se pronunciaron contra el TDAH: Diagnostico Invalidante
  • Discovery Salud alude en éste artículo que el Metilfenidato, farmaco con el que se trata la hiperactividad es una droga adictiva e inútil que incita al suicidio. En éste artículo se expone lo que se oculta del TDAH, diagnosticos erroneos, necesidad de un replanteamiento y consejos útiles.
  • El psiquiatra Dr. Thomas Szasz en éste video desenmascara el fraude internacional de la psiquiatría contemporánea.
  • Otro video, niños hablan sobre Ritalin y TDAH, es sorprendente!
  • Más opiniones para cavilar sobre el TDAH. Lee este blog.
  • !Mira la mirada de los niños! por Jose Luis Cano en su pagina web.
Saludos con #FuerzaOxitocina,

Liliana Castro Morato
Psicóloga, Educadora, Doula y Consejera en Lactancia Materna
en Servicios Profesionales para la  Salud Primal y el Bienestar Humano
Servicios y Contacto
 (+57) 300 725 3852 / Bucaramanga

1 comentario:

Anónimo dijo...

Solo comprendiendo las realidades vividas en contexto y de manera integral, podremos ser los docentes, padres y sociedad que logre que la diversidad sea un atributo y no un elemento de juicio. Somos hechos a imagen y semejanza del creador, pero nunca fuimos hechos en serie como máquinas.

Otro aspecto importante debería ser tenido en cuenta en la formación de docentes, más allá de la teoría pedagógica y psicológica, el elemento humanista, ética y moral se vuelve indispensable en la posibilidad de vernos tan maravillosamente diferentes.

Johnny Said Cuervo Torres